Un alimento nutritivo para un perro es aquel que cubre todos los requerimientos alimenticios que necesita: nivel de proteína, grasas, fibra, humedad y cenizas. Estos alimentos ya pasaron por un riguroso examen de calidad para el consumo del perro.

Los ingredientes en los alimentos se enlistan de mayor a menor, dependiendo la cantidad que contengan del mismo. Por ejemplo, si el ingrediente principal es harina de carne de res, ese irá primero; después irá el siguiente ingrediente predominante y así hasta finalizar la lista.

Significa que cada ingrediente utilizado en la fórmula del alimento deberá venir mencionado en el empaque con su respectivo porcentaje.

El análisis garantizado sirve para conocer los valores mínimos o máximos de los principales nutrientes, como proteínas, grasas, fibra, humedad y minerales.

En la etiqueta debe estar especificado cada ingrediente que contenga. Por ejemplo, si dice que contiene un ingrediente en específico, por lo menos deberá tener el 3% del mismo.

Algunas marcas de alimentos utilizan los colorantes para tratar de unificar sus partidas o hacerlos más atractivos para los compradores, sin embargo estos no cumplen ninguna función y son totalmente seguros, ya que no dañan a las mascotas por ser del mismo tipo que se utilizan en los alimentos para humanos.

Los conservadores y aditivos que contienen las croquetas son completamente seguros y necesarios para prolongar la vida de anaquel de los productos, ya que están regulados y certificados.

Es omnívoro, porque a diferencia de sus ancestros los lobos, los perros pueden digerir el almidón. Es decir, las necesidades alimenticias de un perro son similares a las de las personas, ya que necesitan los nutrientes que aportan los alimentos, como las carnes, frutas y verduras.

En AUSTRALIAN MOSS desarrollamos una tabla de sugerencias de alimentación para orientarte en la alimentación de tu perro. Esta tabla es solamente una guía, ya que las necesidades de alimento varían de acuerdo a la edad y actividad física de cada perro en particular. La cantidad de alimento que necesita el perro se calcula en función de su peso y tamaño. La mejor referencia para ofrecer la cantidad de alimento adecuada para cada perro es el Médico Veterinario. Nuestra tabla de porciones de alimento incluye orientaciones sobre la cantidad de alimento y raciones que son recomendables.

Como norma general, lo recomendable es que el perro ingiera su ración de alimento (una, dos o tres veces al día dependiendo de su edad) y no coma otros alimentos. No obstante, se pueden ofrecer premios comestibles moderadamente durante la educación del perro. Se les puede ofrecer alguna galleta canina, cuando es un cachorro y está en proceso de educación.

Esta actitud se presenta ocasionalmente en mascotas que solían ser las únicas en la casa y de repente se ven invadidas en su espacio. Para demostrar su superioridad y territorio, suelen robar la comida de las otras mascotas, y la comen a tal velocidad que se ocasionan una deficiencia en la absorción de los nutrientes. También hay perros que no mastican, si este es el caso, prueba con alimentar a ambos perros al mismo tiempo pero en lugares separados.

Si tu perro sigue teniendo hambre tras descartar otras causas, podría tener un problema de salud como una parasitosis (lombrices u otros parásitos intestinales). Consulta a un veterinario para análisis y tratamiento adecuado. El veterinario te ayudará a mantener a tu perro bien nutrido y a evitar problemas de obesidad y otras enfermedades relacionadas con el apetito excesivo.

La pérdida de apetito puede ser temporal y deberse a factores emocionales, a un cambio en la rutina o a la presencia de una enfermedad. Observa el comportamiento del perro y si la pérdida de apetito persiste, consulta a un veterinario para descartar problemas de salud.

Otro tipo de trastorno en la alimentación es la obesidad, la cual puede alterar el crecimiento de una mascota y también su salud, pues a una edad temprana se podrían desencadenar un sinnúmero de enfermedades, al igual que afectar su capacidad reproductiva. Es importante mencionar que la obesidad no existe en el medio salvaje, lo que indica que la mayoría de las veces la mascota está sobrealimentanda. Para resolver lo anterior debemos reducir la cantidad o dar un alimento que tenga menor valor calórico (menos proteínas y grasas).

Algunos propietarios refieren que los perros se cansan de comer croquetas a diario. Si bien es cierto que los perros no comen por placer como los humanos, sino por necesidad, llega un momento en el que comer el alimento cada día se le hace más difícil. Para aminorar este problema, no hay que recurrir a darle las sobras. Siempre hay que evitar dar nuestra comida al perro, ya que el alimento balanceado aporta todos los nutrientes necesarios.

La coprofagia es la acción de comerse las heces. Normalmente aparece en los cachorros por diversos motivos, por ejemplo, que el tipo de alimento que consume sea rico en proteínas y estas no sean digeridas del todo. Esto hace que las heces mantengan un olor atractivo para el cachorro. También incitamos al cachorro a comerse las heces por la mala costumbre de restregar su hocico cuando ha defecado en lugares no apropiados, de este modo, estamos reforzando que el cachorro lo haga. Debemos evitar que el perro tenga acceso a sus heces, ¿Cómo?, controlándole y obligándole a defecar en nuestra presencia si no sale a la calle o llevándole al lugar apropiado. Algunas personas le ponen alguna sustancia picante a las heces como chile seco en polvo, de modo que al comérsela el perro experimentará un tremendo picor y generalmente no vuelven a comerlas.

Los perros que hacen esto experimentan un tipo de trastorno en el comportamiento. Generalmente hacen porque sus dueños les dan pequeñas porciones de alimento cuando ellos están en la mesa. Si el perro además de comportarse de ese modo estuviera perdiendo peso, podría estar enfermo. Si este comportamiento lo muestra además irascible, podria tener un problema metabólico, disfunción pancreática o incluso diabetes.

La diabetes puede manifestarse también entre otras cosas con un aumento del apetito. Las heces se vuelven más voluminosas de lo normal, de color claro, con aspecto grasoso y de olor muy desagradable. Lo recomendable es llevar una muestra de orina al veterinario para determinar los niveles de glucosa o hacer un examen de sangre. El mal funcionamiento de los riñones puede causar una pérdida de proteínas y de masa muscular que el perro intentará no perder comiendo de más.

Una hembra gestante o que está amamantando una camada también necesita de un mayor volumen de alimento del que consume habitualmente para satisfacer sus necesidades fisiológicas; en este caso puede consumir el doble. La sugerencia de varios nutriólogos es dividir el alimento en dos tomas, una por la mañana y otra por la tarde.

Normalmente los cachorros en sus primeros meses de vida se muestran más voraces, ya que están en desarrollo y demandan más alimento.

Cuando un perro tiene una actividad física mayor a una hora diaria, les provoca un desgaste físico superior y se ven disminuidas sus reservas de energía, por lo que necesita recuperarlas para seguir con su rutina diaria. Si tu perro está en éste caso, debes de agregar un 20% más de alimento a su dieta convencional.

Otra causa por la que aumenta el apetito se deriva de un alimento de baja calidad en grasas y proteínas que no cubren sus requerimientos diarios de alimentación. En este caso es necesario siempre leer las indicaciones del alimento que compramos para saber cuál es la ración ideal de nuestra mascota según la raza, tamaño y edad.

El libre acceso al alimento es cuando dejamos el plato lleno de croquetas para que nuestro perro coma "cuando le de hambre", algo que hacemos por falta de tiempo al atenderlo. A lo que si debe tener libre acceso el al agua limpia y fresca.

El cambio de alimento es muy importante, ya que si no se hace adecuadamente puede provocar un aumento del apetito. Estar expuesto a sabores nuevos puede despertar en el perro una compulsión a tragar rápidamente. Esto habitualmente se soluciona con el paso de los días.

Esta pregunta es muy frecuente. Cada perro crece a un determinado ritmo según su raza y tamaño Las razas pequeñas suelen completar su crecimiento alrededor de los ocho meses de edad. Las razas de talla mediana por lo regular al año, mientras que los perros grandes terminan su fase de crecimiento entre los 12 y los 24 meses de edad. En consecuencia, cada raza necesita el cambio de alimentación de cachorro a adulto en una etapa diferente.

El alimento del cachorro debe tener una mayor concentración de nutrientes, calorías (energía), proteínas, grasas y minerales, ya que es la etapa de mayor importancia para el desarrollo físico y fisiológico de tu mascota. Nuestro producto Cachorro Súper Premium está formulado con los niveles adecuados de nutrientes, grasas y proteínas para un buen desarrollo en tu perro.